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miércoles, diciembre 30, 2009

Vuelve a Oviedo


Salí trastabillado a otras fronteras,
creyendo en demasía tras los años
de lluvia repicando las aceras,
de niebla encegueciendo los peldaños.

Al sur me abrió la luz su azul frescura;
Madrid era una urna aguijonada
de ruido y emoción, una locura
su noche calurosa y excitada.

Y es duro hacerse otro, somos tierra,
dejar atrás el parque y la avenida,
la lúcida inocencia que une y cierra
el eterno retorno de la vida.

Aun así me has escrito vuelve a Oviedo,
la heroica ciudad sin sol ni miedo.

3 comentarios:

Soledad dijo...

Desde Madrid, verdaderamente, Oviedo es un respiro. Me gusta como escribes. Tendré que detenerme más a menudo. Saludos

Pablo Ibáñez dijo...

Gracias Maria Soledad.

Soy de Oviedo pero vivo en Madrid, así que se a lo que te refieres... Muchas gracias por tu amable comentario, me alegro mucho que te guste.

Un saludo

Julio dijo...

Releo con placer y conocimiento de una ciudad que siempre me gustó y acogió bien. Un abrazo.
Salud.

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